Dentro del grupo de conceptos y tecnologías con más miras a transformar aspectos de nuestro día a día, se encuentran las criptodivisas; con ellas el Bitcoin. Esto no sólo se debe a su capacidad de mejorar el proceso de intercambio de valores, sino por ser parte del siguiente paso a dar en la forma en que se maneja la información. ¿Qué hay más allá del Bitcoin?
La transformación del dinero
Al inicio del intercambio comercial, todas la operaciones se daban en forma de trueques. Dentro ese periodo, el concepto de dinero no existía y se intercambiaban unos bienes por otros, según una equivalencia que acordaran las dos partes.
Con el paso del tiempo, el intercambio directo comenzó desaparecer para hacer uso de medios comunes para fijar el valor de los bienes y servicios. Esto culminó en el uso de metales preciosos y la acuñación de monedas: mucho más prácticas para su transporte y con un valor estable en grandes regiones. Así surgió el concepto de dinero.
A la llegada de la computación y las redes de datos, el dinero pasó de ser respaldado por oro y plata a ser respaldado por la confianza de que al usarlo se obtendrá el valor acordado y regulado por instituciones nacionales e internacionales, existiendo en su mayor parte como registros dentro de los sistemas de los bancos. Así, papeles con denominaciones impresas, intercambiados de mano en mano, y tarjetas plásticas para la autorización de transacciones electrónicas se volvieron métodos comunes de intercambiar valor.
Cada uno de esos cambios, ha mejorado sustancialmente la forma en la que hacemos el intercambio de valores y es con la tecnología detrás del Bitcoin que se abre la puerta para otra transformación.
Un mundo de sistemas descentralizados
Por su naturaleza abierta, transparente y tolerante a fallas, los sistemas descentralizados traen consigo el beneficio de acelerar el desarrollo de las áreas que conectan. Han sido los responsables de personas conectadas a ellos puedan intercambiar información libremente con otras personas dentro de los mismos. La Internet, es una red descentralizada para el libre intercambio de paquetes de datos. Es el ejemplo más grande y sobre el que se construyen los demás. Otro de ellos, la red BitTorrent, que permite el libre intercambio de archivos, obligó a la industria del entretenimiento a plantearse nuevos modelos de negocio.
A futuro, sistemas similares podrían poner al alcance de todos los últimos avances en conocimiento derivados de la investigación científica, conocimiento que hoy es sólo transmitido por medio de publicaciones especializadas y sistemas cerrados. Otro sistema distribuido, podría compartir datos sobre registros clínicos completos de la población mundial, disponible para investigadores y médicos, pudiendo ligarse con los pacientes cuando estos últimos lo permitan. De forma más utópica, un sistema distribuido podría permitir la toma de decisiones por consenso de las poblaciones, limitando las influencias e intereses personales de los actores políticos.
Esto es posible gracias a que, cómo en la red que soporta al Bitcoin, cada registro sería único y tendría un dueño indiscutible.
El valor en la cadena de bloques
A la fecha, los sistemas bancarios son una de las pocas puertas de entrada al comercio electrónico. Si no se cuenta con una tarjeta de crédito o débito internacional, es prácticamente imposible pagar por algo que se ofrezca fuera del país donde se reside. Esto porque los bancos son un sistema centralizado y cerrado.
El Bitcoin llegó tras la implementación de un sistema descentralizado para el intercambio de valores, la red llamada cadena de bloques. En la cadena, el dinero existe como un registro de propiedad, que se transfiere y posteriormente corrobora a través de la cadena de bloques, por ejemplo: el registro de las transacciones que se realizan de una dirección a otra, usando medios que hacen a cada operación irrevocable, infalsificable y pública.
Con ese antecedente, se espera que el Bitcoin permita a cualquier persona realizar transacciones locales y remotas, desde sus dispositivos, sin restricciones geográficas ni los problemas de seguridad presentes en otros medios. De lograrse, se habrá dado otro paso en la adopción de los sistemas de información descentralizada o al menos hacia el siguiente estado de evolución tecnológica.