Las stablecoins nacen como una respuesta a la alta volatilidad que sufren las criptomonedas como el Bitcoin. Su objetivo principal es mantener las ventajas de las criptomonedas como la rapidez transaccional, alcance global y facilidad de uso pero sin experimentar las agudas fluctuaciones de precio asociadas a estas.
La manera principal en que este tipo de criptomonedas mantiene su estabilidad es anclando su valor al dólar americano -u otros activos- mediante una colateralización 1 a 1. En otras palabras, por cada unidad de la stablecoin en circulación existe un dólar depositado en un banco respaldando su valor.
A diferencia del Bitcoin y otras criptomonedas las stablecoins sí son controladas por una compañía u organización que se encarga de la custodia de los dólares de respaldo así como de cambiar los dólares por su stablecoin y viceversa.
Existen varios proyectos de stablecoins; sin embargo, las cuatro más importantes por su capitalización de mercado son:
- Tether (USDT) – 4.1 mil millones de USD
- USD Coin (USDC) – 420 millones de USD
- Paxos Standard – 235 millones de USD
- TrueUSD (TUSD) – 195 millones
Aunque las stablecoins ancladas al dólar son las más populares existen otras que anclan su valor a otros activos tales como euros u oro.